El síndrome asperger en mujeres: retos diferentes?
Este el testimonio de una chica que padece síndrome de asperger, está joven participó en un grupo de apoyo para adultos con autismo y síndrome de Asperger, dónde el Centro TEACHH en Asheville, señaló: “No hay muchas mujeres que tengan Asperger o autismo. La mayoría son hombres, y aunque avanzamos junto a ellos, hay algunos aspectos que ellos nunca llegarán a entender. Me gustaría que hubiera más información específica para mujeres con autismo”.
Según Tony Attwood y otros profesionales de la materia, las mujeres con autismo de alto funcionamiento y Síndrome de Asperger pueden ser un segmento de población mal diagnosticado (o no diagnosticado). Si esto es así, debemos atribuir a las diferencias de género algunas de las razones de que esto suceda.
¿Hay comportamientos presentes en las chicas con Asperger, pero no en los chicos, que no han sido aún identificados como parte del perfil… o existe un cierto comportamiento relacionado con el género que podría hacernos excluir el diagnóstico? ¿Qué hay de el “juego de ficción y simulación” que se ha observado en muchas chicas en nuestro centro, que en apariencia parecer ser bastante creativo e imaginativo?. Parece que hay muchas chicas (dentro del espectro) que fantasean con príncipes, reinos de fantasía, unicornios y animales. ¿Cuántos diagnósticos tienen en cuentas estos intereses y habilidades, tales como la imaginación, y excluyen el diagnóstico basándose en estos comportamientos? ¿Podría ser este interés en reinos imaginarios y animales parlantes más común entre las chicas que entre los chicos, aunque existan junto a otros síntomas autistas o Asperger?.
¿Y qué hay de una de las típicas respuestas a la confusión o frustración -como patalear u otras expresiones fuera de tono de la frustración-¿ ¿Se da más este tipo de comportamiento entre los chicos con autismo que entre las chicas? ¿Es la confusión o la frustración simplemente más fácil de identificar en chicos que en chicas porque ya la buscamos?. Entre la gente en general, es común la idea de que los chicos actúan “fuera de tono” con más frecuencia que las chicas (es habitual oír a los profesores quejarse de que hay demasiados chicos en su clase y de su impacto sobre la personalidad de la clase). ¿Es más fácil identificar a los chicos que tienen autismo porque estos comportamientos son más obvios, que a las chicas que pueden experimentar retraimiento o signos pasivos de agresión?.
Los profesionales cuya tarea es diagnosticar individuos con autismo o Asperger necesitan aprender más sobre el amplio abanico de cualidades y diferencias de personalidad específicas para las chicas y mujeres del espectro.
Yo creo que para conseguir comprenderse a sí mismo, cada persona con (o sin) autismo necesita ver su propio reflejo en el mundo. Yo lo llamo “ver el lugar de uno”. Para la gente con autismo o Síndrome de Asperger, que ya están haciendo descubrimientos en este terreno, se hace imprescindible encontrase, leer, hablar y aprender de otras personas con autismo. Lo que sucede como resultado de este encuentro, es que son capaces de ver su “reflejo” y entender mejor su propio y único estilo de pensar y ser. Las mujeres con autismo, aunque se benefician enormemente de conocer a otras personas con autismo, a menudo sienten que podrían ser las únicas mujeres (o una de las muy pocas mujeres) del grupo.
Cuando preguntaba a las mujeres que veíamos en nuestro centro si estarían interesadas en participar en un grupo de mujeres, tenía la esperanza de que el grupo cubriera un hueco en nuestros servicios. También esperaba aprender más sobre lo que significa ser una mujer autista. Cuanto más me reunía con estas mujeres, más me daba cuenta del largo camino que teníamos que recorrer para comprender los descubrimientos únicos que experimentaban las mujeres con autismo o Síndrome de Asperger.
Una mujer explicó que, desde su punto de vista, había una sutil interacción entre dos aspectos: “problemas relacionados con el espectro autista se combinan con problemas de expectativas sociales hacia la mujer: qué aspecto tiene, cómo se viste, cómo se supone que se relaciona socialmente, la natural empatía que se supone que ha de tener con otras mujeres, las expectativas sobre compromiso y matrimonio..”. Las mujeres están afectadas por el autismo del mismo modo en que lo están sus compañeros varones y, sin embargo, tienen un desafío doble por los prejuicios añadidos que la sociedad impone al género femenino.
A riesgo de parecer estereotipada, cualquier hombre que piensa racionalmente y no emocionalmente en relación a los demás, se considera a menudo que tiene un “comportamiento típicamente masculino”. Una mujer que presente estos mismos rasgos de personalidad puede ser calificada de rara, sorprendente, fría, o dependiendo de la situación, incluso malintencionada. El autismo, con sus particulares efectos obre la personalidad, ocasiona que uno parezca más racional y menos emocionalmente comunicativo o empático hacia los demás. Las mujeres con autismo señalan que estas expectativas en efecto pueden tener un peso aún mayor sobre ellas, precisamente porque son mujeres.
Las mujeres con autismo dijeron que sentían que se esperaba más de las que de sus compañeros varones simplemente a causa de su género. Los miembros del grupo pensaron que estas expectativas de ser sensible y empático, típicamente atribuido a las mujeres, eran raras y difíciles de encontrar. La discusión se centró en cómo estos comportamientos requieren habilidades como la capacidad de leer y responder apropiadamente al lenguaje corporal, junto con el deseo inherente de “cuidar de los demás emocionalmente”. Fue interesante el hecho de que, tras discutir estos aspectos, el primer tema que se pidió tratar fue el aprender a leer el lenguaje corporal y saber cómo alguien se está intentando aprovechar de ti.
Tomado de: asperger.es