Malala mi historia
Autor: Malala Yousafzzai con Patricia Mccormick
Páginas: 11 -250
Resumen
Malala Yousafzzai, solo tenía 10 años cuando los talibanes se apoderaron de su región. Decían que la música era pecado. Decían que las mujeres no debían ir al mercado. Decían que las niñas no debían ir al colegio.
Malala creció en una pacífica región de Pakistán transformada por el terrorismo. Aprendió a defender sus convicciones y luchó por el derecho a la educación. El 9 de octubre de 2012 estuvo a punto de perder la vida por la causa: le dispararon a quemarropa en el autobús cuando volvía a casa del colegio. Nadie creía que fuera a sobrevivir.
Se ha convertido en un símbolo internacional de la protesta pacífica y es la persona más joven en haber recibido el Premio Nobel de la Paz. En esta edición de sus memorias para jóvenes lectores, que incluye nuevos materiales y fotografías, escuchamos de primera mano la extraordinaria historia de una niña que, desde muy pequeña, sabía que quería cambiar el mundo….y lo hizo.
La poderosa historia de Malala nos abre los ojos a otro mundo y nos impulsa a creer en la esperanza, la verdad, los milagros y la posibilidad de que una persona joven puede inspirar el cambio en su comunidad y más allá.
Opinión
Hace mucho tiempo me había preguntado, qué hubiera pasado si yo como mujer hubiera nacido países de la republicana islámica como Pakistan o Afganistán, en el que se prohibe el derecho a la educación de la mujer, recuerdo que ese día agradecí a Dios por tener la fortuna de nacer en un país, aunque sea azotado por la violencia y la inseguridad es libre en educación. Por lo que, comencé a enterarme de que una niña como Malala había empezado a lucha por la educación de la mujer. Una simple niña de tan sólo 12 años, y con una gran madurez hacía discursos por hacer valer el derecho de la educación sin importar el género.
Este libro, que cuenta la historia de Malala, al tener el apoyo de un padre para que recibiera educación. Un padre cuya escuela fundó para niños y niñas sin importancia de género. A partir de allí, una niña decide arriesgar su vida por defender el derecho a recibir educación.
Hasta que leí el libro no había comprendido todo lo que había atravesado está adolescente al luchar por su vida. Además la manera de pensar que tiene hacia el mundo y los demás, cómo es posible que en estos tiempos una chica de tan solo 15 años puede enseñarnos más que un político con un sin número de títulos que sólo luchan por el poder y olvidan lo que va más allá de ello. Cómo es posible que en estos tiempos, países del grupo islámico consideran que la mujer no tiene derecho a la educación y su única misión es casarse y dedicarse al hogar, acaso ella no tiene las mismas capacidades, habilidades y derechos a los de un hombre, si empezamos por la definición formal de un ser humano sin importar su distinción como persona. Por lo que, me pregunto qué pasaría si alguien del grupo islámico resultará con esto del libre pensamiento “gay”, también sería mujer no? tampoco tendría derecho a la educación no?.
Malala no sólo recibió una bala, al cual casi muere en ello por culpa de los Talibanes, sino que a la vez tuvo una larga recuperación de ello, largas horas de terapia y a su vez tuvo que recibir un implante coclear a causa que dañaron uno de sus oídos. Como lo ha indicado Malala, en vez de invertir en tantas armas y bombas, deberían invertir dinero en los países con bajo nivel económico más en la educación, muchos de esos países consideran que la educación no es la solución, para que adoran a un dios si luego están matando personas y más cuando son niños a lo cual se les roba su niñez y desde sus primeros años solo conocen el sufrimiento, el miedo o la angustia.
A continuación expongo el discurso dado en la ONU por Malala:
“Queridos hermanos y hermanas:
Recordad una cosa. El día de Malala no es mi día.
Hoy es el día de cada mujer cada niño y cada niña que han alzado su voz por sus derechos. Miles de personas han sido asesinadas por terroristas y millones han sido heridas. Yo soy sólo una de ellas. Así que aquí estoy … una niña entre otras muchas.
Hablo no por mi, sino por todos los niños y niñas. Alzo mi voz no para gritar sino para que los que no tienen voz puedan ser oídos.
Los que han luchado por sus derechos:
su derecho a vivir en paz.
su derecho a ser tratado con dignidad.
su derecho a la igualdad de oportunidades.
su derecho a la educación.
El 9 de octubre de 2012 un talibán me disparó en el lado izquierdo de la frente. También dispararon a mis amigas. Pensaron que las balas nos harían callar, pero se equivocaron. Y de aquel silencio surgieron miles de voces. Los terroristas pensaban que cambiarían nuestros objetivos y frenarían nuestras ambiciones, pero nada ha cambiado en mi vida excepto esto: la debilidad, el miedo y la desesperanza murieron. La fuerza, el poder y el coraje nacieron. Yo soy la misma Malala. Mis ambiciones son las mismas. Mis esperanzas son las mismas. Mis sueños son los mismos.
Un niño, un maestro, un lápiz y un libro pueden cambiar el mundo“.