El regreso del joven principe – AG Roemmers
Titulo: El regreso del joven principe
Escritor: Alejandro Guillermo Roemmers
Sipnosis: El regreso del Joven Príncipe es una historia imaginaria del regreso al planeta Tierra del príncipe que ya no es niño, con una experiencia diferente, pero con la misma visión humanística y espiritual del mundo, sus habitantes, y los valores básicos que lo sostienen.
Un hombre que viaja solo en automóvil por las extensas y desoladas rutas de la Patagonia, ese territorio mítico y extraordinario, encuentra a un adolescente desvalido, casi muerto de hambre, que resulta ser aquel pequeño príncipe ya crecido, que regresa a la Tierra. Los dos viajeros, tan dispares, entablan un diálogo profundo y sorprendente que va desnudando con sencillez los grandes interrogantes de la existencia. Así, el viaje se transforma en un auténtico recorrido espiritual que va de la inocencia a la madurez, de lo cotidiano a lo trascendente, y de la tristeza a la alegría y el entusiasmo de vivir. Un libro para todas las edades, que aspira a convertirse en un aporte para que la vida pueda ser mejor. Una lectura que no deja indiferente a nadie.
Opinión
Este libro es la continuación del libro principito del escritor francés Antoine de Saint-Exúpery. Este escritor Argentino, nos trae de nuevo un joven adolescente de vuelta al planeta tierra, donde realiza un viaje en automóvil por la Patagonia en Argentina.
Este libro fue una incertidumbre del autor que muchas veces se había preguntado que habría sido ese niño tan especial de haber seguido viviendo entre nosotros, ¿Cómo habría sido su adolescencia? ¿Cómo habría podido preservar intacta la inocencia de su corazón?, por tal razón el autor quería expresar una visión positiva , con este nuevo personaje quería mostrar el sentir de un corazón puro y albergar el asombro de un niño al leer esta historia.
El narrador – coprotagonista encuentra al jóven con sus cabellos dorados tirado en una carreta de la Patagonia (Argentina). Lo levanta y lo sube al automóvil , el trayecto comienza ser una ruta espiritual donde ambos aprenden. En el trayecto el joven formula varias preguntas al narrador, sobre cosas que no debemos olvidar nunca : El amor, la fraternidad , la educación, los valores, el perdón y la felicidad.
Todo empieza cuando el joven principe pregunta: qué es un problema? , donde el narrador lo define como una puerta de la que no tienes la llave, entonces lo primero es encontrar la llave apropiada y luego introducirla como es debido en la cerradura. Encontrar la llave no es fácil y no porque carezca de imaginación, sino porque algunas personas no quieren probar dos o tres veces las llaves que tiene y en ocasiones ni siquiera una sola. La mayoría de las personas quieren que les pongan la llave en la mano, o aún pero que venga alguien a abrirles la puerta. Así que no todos son capaces de abrir la puerta. Es por eso que se necesita mucha fuerza y ser capaces intentarlo una y otra vez hasta conseguirlo porque si no nunca alcanzarán su potencial.
No sirve de nada perder los estribos, luchar con la puerta y hacerse daño, culpándola de nuestros males. Tampoco resignarse a vivir de ese lado, soñando con lo que podría haber más allá. Siempre el ser humano se justifica ante la incapacidad por falta de afecto o de educación por no encontrar la llave, pero si tu perseveras en probar todas las llaves de que dispones, al final terminarás por abrir la puerta.
En ese momento el joven principe respondió con otra pregunta: Entonces tendrías que ser flor para conocer los problemas de una flor, verdad?, pero uno no necesita ser flor para comprender que ellas tienen problemas. Son demasiado hermosas e indefensas, pero algunas de ellas tienen espinas para salvaguardarse de quienes, atraídos por su belleza, desean rebanarles el pescuezo para ponerlas en un jarrón , pero aquellas espinas no consiguen protegerlas, ese es su problema. A veces sin darnos cuenta, los adultos jugamos con sentimientos muy profundos de los más pequeños y destruimos cosas mucho más valiosas que cualquier de las que ellos puedan llegar a romper.
Llegamos a tal punto de nuestro vida que ha generado en el hombre por culpa a el mismo que se auto-destruye , prefiriendo tener como mejor amigo al Perro. Si no pudiera distinguirse a las flores por su perfume, su forma o su color, nunca nos detendríamos a contemplar una en concreto. Las diferencias son lo primero que nos atrae y al admirar esa flor la hacemos única. Pero a veces aquellas cosas que nos atraen y complementan muchas veces nos separa y divide. Es así como debemos perdonar el hecho de que la primera reacción de la gente se base en el aspecto externo de alguien. Pero si estamos seguros y confiamos en nuestros valores que nos guían, acabarán por aceptarte, aunque solo sea para presumir en un círculo de amigos de que conocen a una persona tan original como tú.
Lo más lamentable es que mucha gente se te acercará o guardará las distancias y se formará una idea preconcebida de ti, positiva o negativa, sin llegar a conocerte, basándose únicamente en tu aspecto. Pueden suceder dos casos, el primero que llamarás la atención de muchos y lo malo, que algunos de ellos te darán la espalda para siempre. En el segundo caso, no llamarás la atención y mucha gente no será consciente siquiera de que existes.
También nos habla de la intuición, es la primera percepción que tienes sobre algo o sobre alguien. Pero nuestra sociedad ha sobrevalorado el conocimiento deductivo, como decía el joven principe : creo que mi flor era intuitiva, porque sabía cosas antes de que yo se las dijera. Puede que esa sea la razón de que los hombre y las flores no se entiendan.
Por último quiero dejarles una reflexión , este fragmento del libro acerca de la felicidad y el amor verdadero:
Tu amor es verdadero cuando antepones la felicidad de otro a la tuya. El amor verdadero es libre y no conoce límites. No busca satisfacer las propias necesidades, sino que se concentra en el bien de la persona amada. Debemos aprender de los niños. Ellos perdonan con rapidez. De lo contrario, la vida sería una sucesión de odios y venganzas interminables.