le dernier adieu
Caminando bajo la lluvía,
Como dos niños contamos los pasos,
Solo el silencio nos cubre ,
de pronto se te dibuja una sonrisa,
comenzamos hablar como dos niños,
me hablas de bélgica y yo te hablo de mi país,
España cristaliza nuestro mundo,
tomas conmigo el ascensor,
tan solo nos separa unos centrimetros,
de pronto estamos solos , tan cerca,
apenas suspiro, me hago pequeñita,
me pongo a temblar, me quiero morir,
tu apartas la vista, comienzas a golpear el ascensor,
quieres salir de allí, mientras yo comienzo a mirarte,
de pronto empiezas a reirte, sabes que no sé abrir la puerta,
desde ese momento comienzas abrirmela todos los días,
y cuentas las horas que llegue,
mientras yo cuento las horas para ver tus ojos que me desarman,
cada noche, así pasan los días,
te sientas en frente,
apenas me miras ni te imaginas se inundan mis pupilas,
disimulas con tus amigos, susurras te quiero , lloras queriendo disimular,
apenas respiro y pronuncio tu nombre tartamudeando,
consigues que me sienta la chica más tonta y extraña,
tan lejos de mí misma, tan cerca de tu alma,
cuando te alejas me miras, me dices con el silencio que pronto vendrás,
conozco tu mirada, se lo que intentas decirme,
en las fiestas de Deusto, se lo que intentabas decirme,
pero saliste corriendo mientras yo me quede unas horas esperándote,
no regresaste, conocía tan bien tus rabias,
sabía que te enojarías conmigo por hacerte todo difícil,
si hubiera sido un poco más lista,
si hubiera tenido el valor de cruzar ese vagón,
quizás habría tenido el valor de aceptar este sentimiento,
estaría tomando tu mano en el momento que me susurraste te amo,
tendría en mi cuerpo el perfume que tenías impreso ese día,
que me sigue algunas veces,
Al verte en el tren, estas frente a mí, no sabemos que hacer,
te escondes de mí, que tonto eres,
podría percibir tu olor a cualquier distancia,
una distancia que nos alejo,
caímos en un silencio por no expresar lo que sentimos,
nos lastimamos ,
dejamos solo hojas secas en nuestro jardín,
sin estelas en el mar de la vida,
si tan solo pudiera ir dónde estas, coger tu mano,
y dibujar nuestro final,
pero no hay camino ya,
nuestro último adiós lo tuvimos sin despedirnos,
perdona que entre sin llamar,
prométeme que serás feliz,
que encontrarás a alguien que no tenga miedo de amar
y compondrás alguna canción para ella, ” io vivo per lei”.